Some like it hot

jueves, enero 13, 2005 |


dioses del cielo, ¿quién me iba a decir a mi que en plenos dicienmbre y enero puede llegar a hacer tantísimo calor?
todo comenzó la primera semana de las vacaciones de navidad. iba yo por la calle tan tranquila en compañía de un individuo inofensivo, cuando sin más ni más me empezó a entrar un calor inhumano. yo me preguntaba a qué era debido aquel repentino efecto invernadero en mi interior. no tardé mucho en descubrirlo; fue sencillo relacionar tan curioso lance con el aparentemente inocente personaje que me acompañaba. yo lo miro como alucinada. pero qué calor, esto parece el tártaro, qué podemos hacer para remediarlo? comienzo de mis vergonzosas maquinaciones.
y unos días después ni corta ni perezosa, con mi indumentaria ignífuga más ceñida, me dirijo sin remordimientos hacia el infierno. qué bien. qué calor por dios, saca de ahí que me asfixio. vale. mira. me palpo titubrante el bolsillo izquierdo de la cazadora. siempre hay remedios refrescantes a nuestro alcance, aunque esta vez tengamos que recurrir a medidas desesperadas. ¿qué propones? pues verás... 'cling, cling' las llaves tintinean, colgando entre mis dedos como ídolos plateados. se le salen los ojos de las órbitas y me siento alarmada. pero el calor es insoportable, voy a entrar en combustión espontánea de seguir así. 'cling cling' agito las llaves tímidamente. pero parece que no se está encontrando bien y detecto algo en período de crecimiento por allá abajo. mejor, me callo.
no es bueno jugar con fuego.
y a estas alturas, estoy quemadísima.
nana nicotina

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